sábado, 20 de octubre de 2007

Sobre el concepto de Adicción

Origen histórico del concepto
Para entender el concepto de adicción es importante tomar un referente histórico.
En la época de los romanos, las personas se dividían en - por lo menos - dos clases: los ciudadanos y los esclavos.
Los ciudadanos eran aquellas personas que, básicamente, tenían la posibilidad de elegir y decidir sobre sus vidas y sus cosas. Por el contrario, los esclavos eran aquellos que dependían de otros para satisfacer sus necesidades, para quienes trabajaban sacrificadamente.
Cuando un ciudadano contraía una deuda con alguien, perdía tal condición y se convertía en esclavo de su acreedor.
Por lo tanto, los romanos adjudicaban a la palabra adicto el sentido de que la persona está esclavizada por una deuda contraída, es decir, perdía su condición de hombre libre para depender de otro, quien lo hacía trabajar hasta el agotamiento.
Con esta impronta, al hablar actualmente de adicciones, estamos diciendo que las drogas se obtienen sin necesidad de prestaciones, avales, certificados y/o garantías. Esto significa una cadena de retenciones, de “esclavitudes” inconscientes y concientes a las que se va atando, poco a poco, el individuo. Sin embargo, esto es lo que no se ve.
Lo que sí podemos vislumbrar, y que funciona como atractivo, es que esta mercancía – las drogas - es una de las más fáciles de obtener y comerciar.
La adicción como relación
De aquí, entendemos por “Adicción” a:
- La relación que se establece entre una persona y un objeto,
- Que genera un cúmulo de tensión en la persona, que es aliviado con la obtención de dicho objeto;
- Y que se produce en un contexto cultural, y va produciendo una progresiva pérdida de grados de libertad.
Cuando hablamos de “relación” y “objeto” es importante tener en cuenta que no es cualquier relación y que cualquier objeto no da lo mismo.
En efecto, al hablar de “relación”, hacemos referencia a una relación patológica, enfermiza, caracterizada fundamentalmente por la conducta de búsqueda del objeto que se necesita para satisfacer la demanda del sujeto.
Es decir: a diario y permanentemente, nos relacionamos con diversos objetos, y los consumimos para satisfacer diferentes necesidades (comida, diversión, trascendencia, alivio del dolor, etc.).
Aún así, por el simple hecho de consumir, no significa que vamos a ser adictos: salvo que consumir un determinado objeto, que es exclusivo, se convierta en el eje de mi existencia, en el centro de mi vida y todo lo que hago gira en torno a ese objeto.
Las variaciones del concepto
A su vez, al hablar de objeto es importante aclarar que, si bien cualquier objeto es pasible de convertirse en el destinatario de nuestra adicción, no es lo mismo cualquier objeto en función del daño que el mismo puede ocasionar.
Dicho de otra manera, ser adictos al juego nos va a ocasionar un déficit económico, mientras que ser adictos al alcohol nos puede traer serias complicaciones a nivel orgánico. No estamos diciendo que una adicción es mejor que otra, sino que, hay adicciones, o más precisamente objetos que son más dañinos que otros.
Por otro lado, adicción es un término acuñado a inicios del siglo XIX, aunque no fue aceptado en el vocabulario médico y científico hasta principios del siglo XX. Es un término que sustituyó a embriaguez, que se había venido usando para designar, de manera poco específica, los efectos que producía el uso continuado no solamente de alcohol, sino también de opio, morfina, cloroformo, éter y otros depresores del Sistema Nervioso Central (SNC).
Durante el transcurso del siglo XX, el término adicción, al igual que el de toxicomanía, ha ido incorporando a su significado científico una serie de connotaciones morales y legales que ha hecho aconsejable el reemplazarlo por el de “dependencia”.
En la actualidad se impone progresivamente el sustantivo “drogodependiente” para designar a la persona que anteriormente se denominaba toxicómano o drogadicto.
Así mismo, la progresiva aceptación de la existencia de conductas patológicas - como el juego -, que producen dependencia sin la intervención de sustancias químicas, ha revitalizado el término adicción, dándole una acepción más amplia al utilizarlo en el contexto de “conductas adictivas”.

1 comentario:

Fançito dijo...

hola muy buena la informacion que en este articulo hay, me fue de mucha ayuda ,Dtb