viernes, 14 de diciembre de 2007

ESTUDIANTES Y DOCENTES SON LOS QUE MÁS DEMANDAN CAPACITARSE EN ADICCIONES

EL 70% DE LA DEMANDA PROVIENE DESDE EL SECTOR EDUCATIVO

A lo largo del 2007, el Centro de Capacitación Permanente recibió a más de 470 personas, por lo que se afirmó como el principal espacio de formación en la materia. En sus cuatro años de funcionamiento, ha formado alrededor de 2400 personas.

TALLERES ACCESIBLES Y BÁSICOS

La preocupación acerca del consumo de sustancias ha hecho que se establezca una demanda constante de capacitación desde diversas instancias de la sociedad civil: docentes, estudiantes – de psicología, de trabajo social, de minoridad y familia, principalmente -, organizaciones no gubernamentales y padres.
Para responder a esta demanda, y ante el hecho de que era necesario capacitar a la comunidad para que ésta pudiera realizar trabajos de prevención en sus respectivos lugares, se creo el Centro de Capacitación Permanente en Adicciones.
Se trata de un espacio de formación general e introductoria a la temática, con docentes especializados y de reconocida trayectoria en el ámbito de la salud local.
Lo característico del CCP es que está destinado al público en general que requiere conocimiento básico sobre adicciones para trabajar en la prevención en sus ámbitos de origen.

- Contenidos básicos
- Multicausalidad de las Adicciones
- Reducción de daños
- Sustancias y Asistencia en crisis
- Alcohol ¿Un problema?

Estos talleres están organizados en un ciclo anual, desde abril a noviembre.
La innovación para el 2007 fueron los 2 talleres destinados especialmente a padres comprometidos con la problemática.
El costo por el ciclo de los talleres – tarjetas para viajar en colectivo – era, a su vez, reinvertido en los programas preventivos que se realizan en barrios urbano- marginales, como El Juego y el deporte social en la educación del tiempo libre, sustentando de esta manera el traslado a los mismos de los profesores encargados de ejecutar dicho programa.

ESTADÍSTICAS DEL CCP 2007

En el período de trabajo 2004- 2007, 2403 personas han pasado por el Centro de Capacitación Permanente, desglosados de esta manera:

- 2004: 986 personas
- 2005: 581 personas
- 2006: 358 personas
- 2007: 478 personas

En cuanto al perfil de los asistentes:

- Estudiantes: 40%
- Docentes: 30%
- Profesionales: 10%
- Operadores de Reducción de daños: 13%
- Otros: 7%

El conocimiento sobre la existencia de estos talleres, se ha dado de la siguiente forma:

- 30% conoció los talleres por el Plan Provincial de Adicciones
- 26% lo hizo por referencias de personas que ya había asistido a los talleres
- 23% conoció el CCP por folletería específica de los talleres
- 16% cursó a partir del trabajo establecido entre el Plan Provincial de Adicciones y otros organismos gubernamentales vinculados directa o indirectamente a la problemática
- 6%, finalmente, fueron informados por medios de comunicación.

POLÍTICAS PARA FORMAR RECURSOS HUMANOS ESPECIALIZADOS

Para comprender la problemática de las adicciones y, por ello trabajar en su prevención, ha sido necesario generar una política de formación de recursos humanos.
El Centro de Capacitación Permanente forma parte de las políticas de formación establecidas por el Plan Provincial de Adicciones.
Esta política ha permitido, por un lado, diseñar acciones para la sociedad civil – organizaciones no gubernamentales, docentes, estudiantes, líderes juveniles – y, por el otro, implementar espacios de formación especializados para profesionales de la salud que trabajan en el ámbito público.

Escuelas. El CCP se complementa con las capacitaciones ofrecidas a docentes, directivos, no docentes y alumnos que participaron en el programa Consultoría escolar, que responde las demandas de la comunidad educativa ante diferentes situaciones de riesgo ocasionadas por el consumo de sustancias. En este sentido, de las 40 escuelas que solicitaron asesoramiento, 11 realizaron talleres. Entre éstas:

- 2 talleres para padres
- 3 talleres para estudiantes
- 6 talleres que incluyeron la formación de un programa preventivo.

Postgrado. En cuanto a la formación especializada, este año concluyó el Curso de Postgrado de Asistencia en Adicciones, realizado junto a la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC. Completaron sus estudios 19 profesionales de la salud. Esta cohorte realizó pasantías en diversas instituciones públicas, entre ellas, el Centro Asistencial Carlos Gardel, de la Ciudad de Buenos Aires.

Casino. La creación del programa de Juego Responsable, cuya articulación se realiza con el Instituto de Juegos y Casinos, también demandó contar con personal que pudiera responder a la demanda de asistencia de los jugadores patológicos y de sus familiares, aún más con la instalación de la línea de ayuda 0800- 222-2481. En total, 6 empleados del casino se capacitaron para el trabajo asistencial y de contención, junto con los profesionales que reciben a los jugadores que requieren tratamiento.
Entre el 2006 y 2007, se realizaron diversos encuentros con el personal del casino, capacitando tanto a jefes de sala, fiscalizadores y comercializadores.

Municipios. Formar equipos asistenciales para trabajar la prevención y asistencia en los departamentos, implicó la tarea de establecer acuerdos con los jefes comunales. Esta tarea de creación demandó, a su vez, la capacitación de 16 profesionales que forman parte de los equipos en Guaymallén, Godoy Cruz, Tunuyán y San Rafael.

PRECAP. 4 talleres de 30 personas cada uno, para actualizar los conocimientos en adicciones de médicos clínicos y de familia y especialistas en ginecología y obstetricia. En total, 120 médicos del programa de atención primaria de la salud.

Medios en la educación. Convocados por el programa de capacitación del Diario Los Andes, se llevó a cabo un Seminario de Adicciones que incluyó:

- 3 jornadas en el Gran Mendoza con 200 asistentes
- 2 jornadas en Santa Rosa, con la participación de 96 personas
- 2 en San Rafael, con 110 asistentes.

En total: 406 personas.

lunes, 3 de diciembre de 2007

18 MIRADAS ACTUALIZAN LA COMPLEJIDAD DE LAS ADICCIONES

SE PRESENTA LIBRO “ADICCIONES: DESDE EL FANTASMA DEL FALGELO A LA DIMENSIÓN DE LA PREGUNTA”

En un esfuerzo conjunto de publicación, se presentará una compilación de trabajos efectuados entre especialistas de Mendoza y de Ciudad de Bs. As., que reúne miradas actuales sobre la problemática. Será este miércoles 5, a las 21, en el Auditorio Eliseo Tulián del Centro de Eventos – Peltier 10 esquina San Martín, Cdad. -.

Se trata de una publicación que permite formalizar los estudios realizados por los equipos profesionales de dos instituciones directamente vinculadas con la temática, el Plan Provincial de Adicciones de la provincia de Mendoza y el Centro Carlos Gardel, institución pública que asiste a personas con problemas de adicción.
Esta labor en conjunto no suele ser usual en este tipo de investigaciones, sobre todo si se tiene en cuenta que, tanto en Mendoza como en Bs. As., se pueden encontrar no sólo diferencias sino también varios aspectos en común, a pesar de la distancia.
Para el acto de lanzamiento, estará presente Mario Kameniecki, del Centro Carlos Gardel, y compilador junto con Miguel Conocente, del mencionado organismo de esta provincia. En el momento, se hará entrega de ejemplares a universidades, organismos gubernamentales y no gubernamentales y a medios de comunicación.
“Adicciones: desde el fantasma del flagelo a la dimensión de la pregunta” será distribuido en bibliotecas de la provincia. Aquellas instituciones vinculadas a la problemática que deseen contar con el libro, pueden hacerlo a adiccionesmza@yahoo.com.ar

18 MIRADAS, 18 FORMAS DE INTERROGAR EL CAMPO DE LAS ADICCIONES

La publicación reúne a 18 especialistas que buscan indagar en los significados actuales sobre la problemática, así como establecer una crítica al abordaje en instituciones públicas argentinas.
“Del fantasma del flagelo a la dimensión de la pregunta”, según los compiladores, muestra el complicado espectro que hace a este fenómeno de las adicciones.
A través de su artículo, cada autor propone reflexionar sobre el sujeto, las políticas y los discursos reduccionistas que pueblan el campo de estudio.
A su vez, puede decirse que estos trabajos de investigación presentan dos particularidades.

Primera: Todos los autores se desempeñan en el ambiente de la salud pública, ya sea en funciones políticas, de conducción o ejecución. Algunos se dedican a la asistencia, otros a la prevención, a la docencia, a la comunicación. Ese es el rasgo distintivo que nos diferencia de otras publicaciones.

Segunda: si bien los temas son variados – solidarios con la complejidad de este campo -, un hilo los atraviesa. Todos conciben las adicciones incluyendo la visión de la reducción de daños y riesgos – como enfoque sanitario y social de salud pública -, y desde el psicoanálisis – como modo de aproximación

Por ello, los diversos enfoques que intentan dar una pista sobre la complejidad de la temática, se refieren a:

- Las políticas públicas desde la estrategia de reducción de daños y riesgos.
- Criterios y modelos de prevención.
- Las mal tratadas relaciones entre violencia, delito y adicciones.
- El enfoque psicoanalítico de las adicciones como modalidad de aproximación clínica en lo asistencial.
- El papel de los medios de comunicación en la construcción del campo discursivo.
- Las adicciones como problema de la salud pública.
- El consumo de drogas en mujeres embarazadas, entre otros.

jueves, 29 de noviembre de 2007

JORNADA DE CIERRE ANUAL DEL PROGRAMA "...Y SI FUMÁS MENOS?"

750 NIÑOS ENSEÑAN A SUS PADRES A CUIDARSE DEL CIGARRILLO

16 jardines de infantes vuelven a juntarse para celebrar el cierre anual del programa que busca prevenir sobre los riesgos del consumo de tabaco en la familia. Habrá juegos de integración con los padres, títeres y música con mensaje preventivo. Será este viernes 30 a partir de las 10, en el teatro griego de la Plaza Independencia.

En su cuarto año de ejecución, el programa “…Y si fumás menos?” puesto en funcionamiento por el Plan Provincial de Adicciones, volverá a reunir a los jardines de infantes que han participado de la propuesta preventiva que tiene como protagonistas a niños en edad preescolar y a sus familias.
Se trata de la jornada de cierre en el que alrededor de 750 chicos de 4 y 5 años, con sus maestros y acompañados también por sus papás, mostrarán lo trabajado en sus salitas y se integrarán con otros jardines.
Para esta ocasión, la conducción estará a cargo de los titiriteros de la Casa de los Títeres y, al igual que el año pasado, participará el jardín de la escuela Gregorio Las Heras, con su rap titulado “Te lo pido yo”, que refleja el espíritu preventivo del programa.

COMPROMETER: UN MENSAJE DE LOS NIÑOS A LOS PADRES

“…Y si fumás menos?” cuenta con dos particularidades que lo distinguen de las habituales campañas de prevención del tabaquismo.

- Por un lado, ha sido el primer programa que, a nivel nacional, busca prevenir acerca de los riesgos ocasionados por el consumo de tabaco en la familia, a partir de la reducción de riesgos. Antes que prohibir, se busca generar el compromiso y la responsabilidad de los adultos fumadores a la hora de prender un cigarrillo delante de niños.

- Por otro lado, lo distintivo es llegar a los fumadores a través de un mensaje preventivo que tiene como interlocutores a niños en edad preescolar, quienes no están tradicionalmente incluidos en las habituales campañas públicas.

Y esto es así ya que la edad de inicio para comenzar a fumar, en nuestro país, se encuentra entre los 12 y 14 años. Por ello, se ha hecho necesario establecer políticas de prevención que estén destinadas a niños, en función de hacer valer su bienestar integral.

DATOS DEL PROGRAMA

2004: 1200 niños, 20 jardines – experiencia piloto -.
2005: 1040 niños, 14 jardines. El 50% de las actividades realizadas en los jardines involucraba a toda la comunidad educativa.
2006: 1179 niños, 11 jardines. Más del 80% de las actividades realizadas involucraban a toda la comunidad educativa.

La ejecución del programa comienza con la capacitación de los docentes y directivos, ya que ellos tienen que aplicar los conocimientos en salas de 4 y 5 años.

2004: 18 docentes capacitados
2005: 42 docentes capacitados
2006: 32 profesionales capacitados
2007: 30 docentes capacitados


IMPACTO DEL PROGRAMA

En el 2006 se realizaron dos encuestas. La primera fue al inicio de la aplicación del programa, en el mes de abril, con el objetivo de conocer las pautas sobre el consumo de tabaco en el hogar y los respectivos cuidados que realizan los adultos en relación a los niños. La otra encuesta fue realizada en noviembre, al cierre del mismo.
El 48% de los padres consultados son fumadores.
En ambas, fueron consultados los padres acerca de los siguientes aspectos:

Aspectos evaluados

Encuesta de inicio Abril 2006

- Conocimiento del programa


El 82% de los padres sabe que sus hijos participan.
Entre éstos, el 11% de los padres participa activamente en el programa.


- Si su hijo se lo pidiera

El 22% de los padres fumadores dejaría el hábito.
El 20% fumaría menos.
El 56% intentaría dejar de fumar.


- Cambio de hábitos

El 68% fuma dentro de la casa.
El 60% fuma delante de menores.
El 66% pregunta si molesta el humo antes de prender el cigarrillo.


Encuesta de cierre Noviembre 2006

- Conocimiento del programa

El 86% sabe que su hijo participa.
El 45% de los padres participa activamente del programa.


- Si su hijo se lo pidiera

El 68% fuma menos porque su hijo se lo pidió.
El 6% dejó de fumar.


- Cambio de hábitos

El 73% eligió un lugar adecuado en la casa donde no molestar con el humo.
El 70% ya no fuma delante de menores.
El 80% directamente prefiere fumar en lugares abiertos.

viernes, 23 de noviembre de 2007

JORNADA DE CIERRE ANUAL DEL PROGRAMA DE TIEMPO LIBRE

700 CHICOS EN RIESGO SOCIAL SE JUNTARÁN EN EL POLIMENI

Participan con sus escuelas en el programa de Tiempo Libre, que busca prevenir adicciones a partir de la educación en actividades recreativas y deportivas. Será este sábado, a partir de las 9 y hasta las 13, en el polideportivo Vicente Polimeni, de Las Heras. Habrá juegos, premios y, para el final, se presentará Due Due.

Como es una sana costumbre desde el 2001, el Plan Provincial de Adicciones del Ministerio de Salud hará el encuentro de cierre anual con todos los chicos y profesores que participan del programa “El juego y el deporte social en la educación del tiempo libre”.
En este caso, alrededor de 700 alumnos han asistido cada sábado a la escuela de su barrio, que abre sus puertas para que puedan desarrollar actividades lúdicas, recreativas y deportivas planificadas con el fin de fortalecer su personalidad ante situaciones de riesgo vinculadas con el consumo de sustancias.
El programa de Tiempo libre ha sido una de las principales propuestas de prevención de las políticas públicas en adicciones realizadas en barrios urbano marginales, con estudiantes de 11 a 13 años.

LOGROS: APRENDER A RESPETAR A TRAVÉS DEL JUEGO Y EL DEPORTE

Este año, 18 escuelas se han sumado a una propuesta que intenta prevenir las adicciones desde lo inespecífico, es decir, sin la necesidad de hablar sobre las drogas, se hace prevención reforzando aquellos aspectos de la personalidad de los chicos.
Brindar un espacio para el juego y el deporte social, es un abordaje fundamental para la prevención de adicciones: el aprender a jugar con otros permite aprender diferentes reglas, su aceptación o no y las consecuencias que ello implica; fortalecer la cooperación, el sentido de pertenencia, la autoafirmación; el poder disfrutar de situaciones placenteras; el canalizar la agresión y la posibilidad de resolver conflictos.
Educar y fomentar estos valores permitirían tomar decisiones saludables en momentos de posible riesgo. Y es que hay que recordar que las escuelas elegidas para participar en el programa de Tiempo libre se encuentran ubicadas en zonas periféricas del Gran Mendoza.
En este sentido, se ha logrado modificar algunas conductas vinculadas al respeto a las normas de convivencia y una participación positiva en juegos colectivos.

ES MUY POSITIVA LA PARTICIPACIÓN VOLUNTARIA

Es importante señalar que la asistencia por parte de los chicos es totalmente voluntaria. Así, uno de los logros históricos del programa se refleja en el 70% de retención de los chicos asistentes.
Este año, se ha elevado el índice de retención al 75%, disminuyendo la deserción en un 30%.

ACERCA DEL PROGRAMA DE TIEMPO LIBRE

- 2001: en 9 escuelas participaron 280 alumnos.
- 2002: se realizó en 15 establecimientos con la participación de 620 alumnos.
- 2003: 972 alumnos desarrollaron las actividades propuestas en 20 escuelas.
- 2004: 24 escuelas, 800 alumnos
- 2005: no se efectuó
- 2006: 20 escuelas, 720 alumnos
- 2007: 15 escuelas y dos centros comunitarios, 700 alumnos.

- El programa funciona los días sábado en las escuelas y, por ello cuenta con el compromiso valioso de directivos y celadores.

- En cada establecimiento, las actividades son coordinadas por un equipo conformado por psicólogos, profesores de educación física, licenciados en minoridad y familia, trabajadores sociales y artistas plásticos.

- Para poder trabajar en las escuelas seleccionadas, debieron formarse en la temática en el Centro de Capacitación Permanente en Adicciones y, además, en talleres específicos sobre el programa de Tiempo libre.

- Además de las actividades recreativas y deportivas, a los chicos se les ha brindado un complemento alimenticio aportado por el Programa Provincial de Nutrición.

- Para implementar el programa “El juego y el deporte social en la educación del tiempo libre”, ha sido fundamental coordinar acciones con la Dirección General de Escuelas y los ministerios de Desarrollo Social, de Salud y de Seguridad.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

ABRIO CENTRO DE DÍA PARA TRATAR ADICCIONES EN JÓVENES

LLEVA EL NOMBRE DEL RECORDADO AUTOR DE "A ESTA HORA HAY UN NIÑO EN LA CALLE"

Está destinado a jóvenes de 12 a 21 años.

Su horario de atención es lunes a viernes de 8 A 17.
Se ubica en Pedro Vargas 598 de Ciudad - entre Pedro Molina y Colón -.

El Centro de Día Tejada Gómez permitirá atender la demanda de la población juvenil en alto riesgo, es decir, que presentan un cuadro de dependencia en el consumo de sustancias.
Acorde con la complejidad de las adicciones en la actualidad, esyte nuevo espacio de rehabilitación efectuará un abordaje interdisciplinario.

Para ello, se ha conformado un equipo de psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y un médico clínico.
Como una de las características de este tipo de tratamiento es fortalecer las potencialidades del paciente, la propuesta asistencial también contará con talleres de teatro, plástica, informática y educación física.
El centro de día mantendrá una fuerte impronta de reinserción social, desde el principio del tratamiento, reforzando la relación del paciente con su familia.
La apertura contribuirá a acentuar las políticas conjuntas entre adicciones y salud mental.
Además, se constituirá en un importante ámbito de atención y reinserción social para personas con hábitos adictivos.

Talleres en el ex Cose continuarán en febrero

Hasta el momento, el Centro de Día de Objetivos Intermedios se encontraba en el predio de la Colonia 20 de junio. Pero la nueva ubicación, facilitará el acceso a los servicios de asistencia, ya que se encuentra en pleno centro de la ciudad –a metros de Av. Colón-.
En el primer semestre del presente año, los profesionales atendieron a 30 pacientes con continuidad en el tratamiento. En su funcionamiento, se pueden destacar los talleres realizados en el Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil, destinados a adolescentes en conflicto con la ley y en alto riesgo psicosocial por su consumo agravado de sustancias.
Se han realizado 4 talleres en el ex Cose, con grupos de 10 a 12 personas, con una positiva aceptación de las normas de convivencia y una alta participación de los jóvenes.
La mudanza del Centro de Día Tejada Gómez no afectará este importante servicio. Los trabajos en el Sistema de Responsabilidad Penal Juvenil continuarán en febrero.


LUDOPATÍA O ADICCIÓN AL JUEGO

CÓMO PERDER LA CLAVE DEL ÉXITO

Una de las primeras cosas que aprende el hombre es a jugar. A través del juego, el mundo se vuelve una experiencia disfrutable. A medida que crecemos, el juego va tomando otros significados, entre ellos, el de recrearnos de nuestras obligaciones diarias.
Al jugar también aprendemos a conocer nuestras posibilidades y límites, algo tan básico como significativo para el resto de la vida. Al participar, es importante conocer las reglas del juego: qué puedo hacer y qué no; qué ocurriría si hago algo no permitido, etc.
Otro aprendizaje consiste en que se trata de una experiencia que podemos compartir con otros – dependiendo del juego, claro -. Esto no es poco, ya que implica aprender que nuestras posibilidades dependen, a su vez, de las posibilidades de otras personas.
Y acá es donde comienza una parte de nuestros conflictos porque, a veces y a pesar de las reglas, queremos jugar a nuestra manera y no de la manera que propone el otro. Si bien esto ocurre generalmente cuando somos niños, también abundan ejemplos respecto de la vida adulta. ¿Cómo podríamos concebir el doping en los deportistas?
A veces también sucede que ponemos muchas expectativas en lo que nos jugamos, como si la vida dependiera de ello. Pasa con aquellos que siempre terminan peleándose con los rivales o con los mismos compañeros cuando uno ni siquiera puede llegar a la pelota en un pique corto. Expectativas desmesuradas pueden verse en aquellos padres que hacen boxeo indebido porque están descontentos con el árbitro o hasta con el desempeño de sus propios chicos.
Jugar puede ser regocijante, formativo, saludable y entretenido, pero también puede convertirse en un serio problema.
Si algo caracteriza a las adicciones en esta época es que no ya no se refieren exclusivamente al consumo de drogas, sino que pueden tomar otras formas: en este caso, la ludopatía o adicción al juego - ya sea la quiniela, la ruleta, los tragamonedas o los juegos por computadora -.
De alguna manera, la adicción al juego es un síntoma de cierto malestar que excede a la persona ludópata y que se refleja en una sociedad que presiona fuertemente para alcanzar el éxito, pero que no ofrece los medios para lograrlo.

EL PENSAMIENTO MÁGICO DEL APOSTADOR COMPULSIVO

Existen múltiples motivaciones que hacen que una persona desarrolle hábitos adictivos. El deseo de obtener éxito en el menor tiempo posible y con el menor esfuerzo. La manera en la que hemos aprendido a convivir con logros y fracasos. Incluso, una difícil situación económica. Sin embargo, recordamos que no existe una sola causa: diversas situaciones, a lo largo de una vida, pueden provocar un problema adictivo.
Podemos observar diferentes conductas relacionadas con el juego. El jugador social es aquel que, por ejemplo, apuesta ocasionalmente y sólo lo hace para divertirse y relacionarse con otras personas. El jugador profesional, por otra parte, es aquel que tiene en el juego su medio de vida – no implica que sea adicto -.
Llegamos al jugador problema: frecuentemente, juega a la quiniela, apuesta un par de fichas en el casino. El problema está en el abuso: presenta un gasto habitual, gasta más de lo que pretendía, su reputación se ve afectada. Sin embargo, el jugador problema todavía puede responder a su entorno: asiste al trabajo, cumple horarios, aunque su conducta puede comenzar a afectar a sus familiares.
Podemos decir que una persona es adicta al juego cuando ya no puede controlar lo que apuesta, cuánta plata gasta y cuánto tiempo está jugando. Aún más: tiene pensamientos recurrentes sobre lo que debe apostar, cómo debe hacerlo, etc.
Al tratarse de una conducta compulsiva, el adicto cree que va a recuperar lo perdido en la próxima oportunidad. Por eso vuelve. A esto se llama pensamiento mágico. El jugador patológico va perdiendo la posibilidad de elegir y de disfrutar del juego.
Frente a alguna complicación de la vida cotidiana, cree que el juego es una solución mágica ante ello.
Ya en este punto, los riesgos son varios:
Social. Puede llegar a cometer actos ilícitos.
Afectivos. Puede perder a su familia por aislamiento, mentiras.
De salud. Cuando no puede jugar, tiene sudoraciones, taquicardia, insomnio, altísimos niveles de ansiedad y angustia, ideas depresivas y hasta suicidas.

PROGRAMA DE JUEGO RESPONSABLE

El Instituto de Juegos y Casinos, junto al Plan Provincial de Adicciones, ofrecen asistencia a personas que tengan problemas con el juego. Cuenta con un equipo de profesionales de la salud y una línea telefónica para orientar a los jugadores y a sus familiares.
0810-222-2481
Horario de Atención: lunes a viernes de 8.30 a 18 y de 20 a 24.

POSIBLES SEÑALES A TENER EN CUENTA

Debido a su necesidad de jugar:

1) Pierde tiempo de trabajo?
2) ¿Está afectando su reputación o su vida familiar?
3) Luego de perder ¿siente que debe volver a jugar lo más pronto posible para recuperar sus pérdidas?
4) Luego de ganar ¿tiene fuerte urgencia por seguir ganando?
5) ¿Frecuentemente apuesta hasta el último peso?
6) ¿Pidió dinero prestado para jugar? ¿Ha vendido algo? ¿Ha robado o piensa en robar?
7) ¿Apuesta más de lo planeado? ¿Siente remordimiento al hacerlo?
8) ¿Juega para escapar de preocupaciones y problemas?
9) ¿Tiene dificultades para dormir?
10) Cada vez que discute o se frustra ¿Siente urgencia por jugar?
11) ¿Piensa que es una manera para saldar deudas?
12) ¿Se dice a sí mismo “no juego nunca más”, pero vuelve a hacerlo?
13) ¿Pasa mucho tiempo pensando en el juego?

La sola presencia de alguna de estas señales no implica necesariamente que una persona tenga problemas con el juego. La adicción sólo puede ser confirmada por un especialista.





CULTURA QUÍMICA: EL BIENESTAR NO CABE EN UN BLISTER


El consumo de psicofármacos ha crecido exponencialmente en los últimos años en nuestra sociedad. La industria farmacéutica ha desarrollado una amplia oferta ante una demanda anticipada que, a veces, no tiene relación con enfermedad alguna. Ahora resulta que las pastillas están presentes en diversas circunstancias y sus usos se han ampliado.
Desde lo medicinal a lo recreativo, desde lo razonablemente certificado a la indebida automedicación, sirven para adelgazar, para tonificar músculos, para recuperar el vigor sexual, para recuperar la tranquilidad, disminuir la ansiedad o lograr el éxtasis. Por primera vez en la historia, se consumen sustancias no naturales – sintéticas -.
Lo que parece una sinrazón, como el uso de viagra por jóvenes que no presentan disfunciones sexuales, puede entenderse bajo la lógica de la cultura del consumo. Las pastillas constituirían una solución química para garantizar el goce a cualquier precio o evitar el dolor – físico, psicológico -.
El imperativo de esta sociedad es que debemos dar respuestas, en todo momento. En el trabajo, en el estudio o el deporte, ya sea en adultos, jóvenes o – incluso – niños, el rendimiento tiene que ser óptimo y estable. Tal como lo demuestra la publicidad, si tomamos una aspirina, no sólo estamos frenando el malestar, también estamos optimizando nuestras respuestas ante las exigencias diarias, a la frustración, la intranquilidad o la ansiedad social.
Estas respuestas deben ser inmediatas. De allí la función social que cumple esta cultura química. Para qué embarcarnos en procesos de recuperación que pueden ser largos, si existen este tipo de atajos. Si ya que el diálogo, el acompañamiento y la contención pueden ser dolorosos, es mucho más conveniente resolverlo de manera individual, sin comprometer al otro – a veces, ni al especialista -.
Precisamente, allí está el problema. Como una síntesis de alivio, esta solución química no termina de resolver nuestros problemas más profundos. Simplemente, los silencian por un tiempo.
Lo cierto es que el bienestar no cabe en un blister.

martes, 13 de noviembre de 2007

CONSUMO DE SUSTANCIAS DURANTE EL EMBARAZO


Puede ocurrir lo siguiente: la chica no sabe que está embarazada y, mientras tanto, mantiene conductas de riesgo vinculadas al abuso de sustancias. También puede pasar que conoce su situación, pero mantiene una relación de dependencia con las drogas y, por ello, se le dificulta dejar el consumo. Cuando intenta abstenerse, el malestar es insufrible.
Durante el embarazo, las drogas tienen la capacidad de atravesar la membrana placentaria. Aún en dosis poco significativas para el adulto, el bebé ya está en riesgo, aunque los trastornos pueden observarse recién a los 3 o 5 años, en algunos casos.

TABACO

Produce disminución del crecimiento y del desarrollo, lo que lleva a fetos y recién nacidos de bajo peso. Los niños de madres fumadoras tienen más probabilidad de tener afecciones respiratorias. También puede ocasionarle partos prematuros y lesiones en el sistema nervioso central del bebé.

ALCOHOL

El Síndrome Alcohólico Fetal –a partir de un consumo de 5 vasos por semana- se caracteriza por anomalías cráneo-faciales, deficiencias en el crecimiento corporal y daños cerebrales. Esto provoca con el tiempo alteraciones en la atención, la memoria, la resolución de problemas, el aprendizaje, en el desenvolvimiento social y una mayor vulnerabilidad a enfermedades mentales.

MARIHUANA

Se relaciona con el Síndrome de Muerte Blanca del recién nacido. También produciría dificultades en la atención, memoria, hiperactividad, trastornos en el sueño y dificultades visuales.

COCAÍNA

Estrabismo, defectos de cráneo; cardiopatía congénita; malformaciones cerebrovasculares; malformaciones genitourinarias; Síndrome de muerte súbita del lactante. Efectos en el aparato reproductor: aborto espontáneo; parto prematuro; desprendimiento prematuro de placenta; retraso del crecimiento intrauterino.

INHALANTES

Recién nacida de bajo peso y de talla corta; irritabilidad; ocasionalmente anormalidades esqueléticas; retraso en el desarrollo neuroconductual.


ADOLESCENCIA Y CONSUMO DE SUSTANCIAS


EN LA CABEZA DE LOS PADRES

Para el mundo adulto, es usual pensar que las intoxicaciones por alcohol constituyen exclusivamente un problema de jóvenes sin límites. Sin embargo, el abuso es un problema que involucra a todos, sin distinción de edad, género o clase social.
Hay datos ciertos que generan una lógica preocupación: la edad para iniciarse en el consumo de sustancias, está bajando cada vez más. En Argentina, por ejemplo, los chicos comienzan a fumar entre los 11 y los 12 años. En base a esto, ya no podemos considerar la adolescencia como en otras épocas, en parte debido a su participación cada vez más temprana en el consumo de diferentes objetos, entre ellos, las drogas.
Hablamos de un fenómeno que también puede verse en relación a la tecnología, al acceso a los lugares de diversión nocturna, en el trabajo infantil, o el embarazo en chicas que no superan los 18 años.
No sólo revela el lugar y las expectativas que tienen los adolescentes hoy en día. También muestra hasta qué punto se ha desplazado la función del adulto, desde un orientador responsable a un simple habilitador del consumo.

PRONTA ENTREGA: PROMESAS DE SATISFACCIÓN

La relación entre padres e hijos suele ser contradictoria. Mientras su comunicación procura no tener vacío alguno, también podemos afirmar que resulta incómodo sentarse a hablar sobre consumo de drogas sin caer en la bronca o la parálisis del miedo.
Un buen ejemplo es el contacto que les permiten los teléfonos celulares. Desde las necesidades de los mayores, los celulares facilitan el saber dónde y qué están haciendo sus hijos.
De esta manera, el mundo adolescente comienza a ser tenido en cuenta por el mercado, que pondrá a disposición de los adultos diferentes modelos de objetos –con cámara de fotos, capacidad de memoria, color, tamaño- para una sola y vital necesidad.
Si hasta hace 5 años atrás, el celular era un objeto valioso para el adulto, ahora esa responsabilidad es trasladada al adolescente –no en lo económico, ya que es el padre quien abona-, creando la necesidad en ellos. Al punto tal que la demanda por tener un nuevo objeto parte de los menores –cada vez más chicos- a los mayores.
La experiencia que los adolescentes tienen actualmente con las sustancias también está relacionada con el mundo del consumo, aunque se trata de objetos totalmente distintos a un teléfono, claro está. Lo que parece conectarlos es ese apuro por tener, por aprender, por probar a ver qué pasa.
Cada objeto posee un valor y una serie de significados para aquel que lo consume. Aquel que compra un auto, está adquiriendo algo más: status, prestigio, pertenecer a determinado grupo.
Las drogas no son ajenas a esto: acercamiento, seducción, celebración son las promesas de satisfacción que se publicitan con el alcohol. Promesas ilusorias, por supuesto.


HABILITAR NO QUIERE DECIR ORIENTAR

Si algo caracteriza al adolescente hoy es que puede adelantarse a vivir procesos para los que, en otra época, le llevaba más tiempo y esfuerzo.
Fumar en la plaza o en la esquina del colegio, podría ser visto como un típico ritual de iniciación de la adolescencia, tal como puede ser la primera borrachera o la salida a un boliche de adultos. El hecho es que estas vivencias se hacen cada vez más temprano en su vida.
Cuando los padres tienen conocimiento de esto, pueden pensar inmediatamente en sus “malas juntas” y seguramente le echarán la culpa de todo a las “malditas drogas”. Buscarán ayuda profesional que los oriente “a sacar a su hijo de la Droga” – a esta altura, es conveniente echar un vistazo a “De esto sí se habla”, número anterior -. Alarmados, sentirán una amenaza sobre su hogar, “algo nocivo que viene de afuera” y pueden castigarlo para impedir que vuelva a consumir.
Sin embargo, esto sólo es una reacción más que una pregunta acerca de los motivos de esa práctica. La sola prohibición de las conductas –“No tomés esto, no bebás aquello”– es una de las caras de la pasividad, ya que no promueve hábitos de cuidado y responsabilidad en los momentos de posible riesgo.
A su vez, el consumo de los chicos va revelando el lugar que ocupan los mayores. No hay que olvidarse que estos últimos son los que habilitan una gran variedad de experiencias. Les otorgan dinero cada vez que salen, les ceden el hogar para que se junten con los amigos, entre otras posibilidades.
Al acompañarlo en su desarrollo, el adulto le va ofreciendo opciones posibles para canalizar sus inquietudes y demandas. El problema es que, en la actualidad, esta habilitación no se realiza necesariamente con el padre. Esa función adulta es ocupada por los amigos que enseñan a beber o a probar las diferentes cosas que se vayan presentando.
A veces, ese es el lugar vacante que estamos dejando los adultos. Y aquí incluimos a padres, docentes, hermanos mayores, el encargado del cíber o del drugstore, en suma, a todo adulto que se relacione significativamente con el mundo joven.
En suma, habilitar no es sinónimo de acompañar. En todo caso, se trata de escuchar sus expectativas y sus miedos, de estar atento no sólo a lo que puede hacer mal sino también para que el chico sepa que puede contar con él sin temor alguno.

VULNERABLES: ALGUIEN VA A ESCUCHAR TU REMERA

¿Por qué consideramos la adolescencia como una fase vulnerable, en la que se comienza a buscar y probar aquello que estaría dado al mundo adulto?
El joven tiene que hallar otras certezas ante un mundo que constantemente le está exigiendo y presionando. El mundo del niño ya no tiene sentido para él y en esta búsqueda personal su estado de ánimo se vuelve inestable. Una radiografía de la mente de un adolescente tipo, nos haría evidente que está preocupado por resolver nuevos problemas:

Procurarse una identidad. Ser llamado por su nombre propio, tener un apodo, ponerse un peircing o tatuarse, en la búsqueda de reconocimiento ante sus pares.

Redefinir su posición sexual. ¿Se ubicará del lado de las mujeres o de los hombres? En la adolescencia, este es un interrogante que se abre.

Volver a encontrar un objeto de su amor. Buscará establecer relaciones afectivas fuera de su entorno familiar.

Armarse de un oficio. Va probando a partir de lo que sabe y quiere aprender, en aquellos lugares habilitados por la sociedad: ser un joven deportista, rockero, estudioso, rebelde, informado, entre otros.

Así, comenzará a involucrarse en los ritos de iniciación que sus pares le establezcan.
Un punto crucial es la relación con el otro sexo. Y las drogas pueden presentarse, en ese momento, para poner un freno anticipado a la angustia que este encuentro provoca. Pero, además, puede consumir sustancias para asegurarse una satisfacción que no dependa de la aceptación del otro. Si lo rechazan, cree que también puede pasarla bien, gracias a lo que ha probado.
El consumo del mundo adolescente permite apreciar que tratan de buscar soluciones urgentes y sin retrasos, ante los posibles conflictos y frustraciones. Pero esta no es una característica del mundo adolescente, sino una de las banderas alzadas por el mundo adulto.
A esto le llamamos la “sustancialización de los problemas”: la creencia de que todo dolor o alivio puede conseguirse sin esfuerzo, a través de las sustancias –u otros objetos de consumo-.

LA FUNCIÓN DEL ALCOHOL

Las bebidas alcohólicas tienen una función socialmente tolerada. Al tomar alcohol, es posible superar la ansiedad, quitarse los frenos, desinhibirse. Esto, al menos inicialmente porque, en rigor, el alcohol es depresor del sistema nervioso central.
Todo lo que puede desearse a través del alcohol, las publicidades de cerveza lo muestran gráficamente. Beber es un esfuerzo de adaptación a diferentes situaciones. Habría que pensar, entonces, por qué resulta tan indispensable para relacionarnos, para conseguir afecto o reconocimiento, entre otras.

PARA DESMITIFICAR

Los adolescentes consumen drogas porque los padres no son lo suficientemente autoritarios. En realidad, los adolescentes pueden consumir por varias razones. Sí pueden existir situaciones de riesgo como la violencia intrafamiliar; la naturalización del consumo por parte del adulto, o constantes excesos; falta de interés o de afecto por lo que hace el hijo; una actitud permisiva en relación al consumo; falta de límites, entre tantas otras. Un detalle más a tener en cuenta: la falta de límites no involucra sólo al joven, también al adulto.
Los adolescentes consumen porque tienen problemas. En rigor, puede consumir por curiosidad, o para no quedarse al margen de una experiencia grupal que implique probar; y, claro, por placer. Existen múltiples motivaciones y éstas pueden variar de un individuo a otro, así como de un momento a otro.

ADICCIÓN AL TRABAJO


EL EMPLEO DEL TIEMPO


Llegados a este milenio, el mundo del trabajo no puede verse de la misma manera que hace 30 años atrás. Si bien es indispensable para satisfacer nuestras necesidades, su significado, el tipo de trabajo, las exigencias, sus beneficios se han modificado profundamente en la actualidad. Y este cambio, por cierto, puede observarse en relación a la esfera de las adicciones.
Observemos las actuales condiciones laborales: un horario de atención corrido –que permite poco tiempo para almorzar o descansar-; la necesidad de estar actualizados y capacitados de manera permanente; una competencia cada vez más exigente; los premios por productividad; las ofertas de empleo que apuntan a personas cada vez más jóvenes y capaces de adaptarse a diferentes situaciones, en desmedro de los más experimentados. Y, por supuesto, la desocupación, como un factor que provoca angustia anticipada en la población ocupada.
A su vez, también se han modificado las condiciones culturales, ligadas al mundo de la producción: el valor del éxito individual sobre el social; la valoración del ideal “juvenil” como modelo a seguir; el desencanto ante las relaciones afectivas y políticas, entre tantas otras.
Sin embargo, no todas las personas sobre- exigidas en su ambiente laboral llegan a ser adictos al trabajo.
Cuando una persona ocupa habitualmente su tiempo libre con tareas que lleva de la oficina a la casa. Cuando no puede controlar las horas que pasa en su trabajo y esto afecta a la dedicación de su familia o la práctica de otras actividades – recreativas, por ejemplo -. Cuando esa persona desarrolla una alta implicación con su actividad, que supera a las exigencias del entorno laboral. Cuando la presión sobre sí mismo afecta al disfrute de otros momentos que no sean los laborales. Cuando le resulta imposible delegar tareas, porque cree que es el único que puede hacer bien “su” trabajo.
Los indicadores de una persona en riesgo de ser adicta al trabajo pueden pasar desapercibidos, ya que están relacionados con otros síntomas naturalizados socialmente: stress, fatiga y ansiedad crónicas.
Se trata de un trastorno grave con consecuencias psicológicas y físicas que involucran no sólo al individuo: su aislamiento provoca el deterioro familiar; su salud se debilita progresivamente; presenta un marcado desinterés por cualquier otra relación que no ofrezca rédito sobre su rendimiento profesional; su tiempo libre se ve considerablemente reducido porque piensa que es, precisamente, una “perdida de tiempo”; o mientras descansa, piensa lo que debería hacer cuando esté trabajando; puede sentir culpa por no estar en actividad; sufre trastornos del sueño. Y, claro está, su desempeño profesional va mermando, ya que no puede rendir como él espera.
Si bien ha sido caracterizada como una afección que sufren niveles dirigenciales, cabe destacar que este tipo de adicción no depende del empleo, del rango ni del género. Se puede ser taxista, gerente, electricista, profesional o plomero y desarrollar un problema adictivo a partir de que el trabajo se convierte en el elemento central de su vida.

LA FUNCIONALIDAD DE LAS SUSTANCIAS: CUANDO MEJORAR EL RENDIMIENTO PUEDE SER NOCIVO

La sobre-exigencia y la auto-presión para rendir permanentemente, pueden hacer que una persona consuma determinadas sustancias. Por ello, el problema puede agravarse ya que su salud comienza a perder calidad ante el consumo excesivo de café y cigarrillos – drogas excitantes -, entre otras.
En el caso de las anfetaminas, por ejemplo, permiten estar hiperactivos y alertas, eliminan la depresión, hay una sensación de entusiasmo que se caracteriza por un accionar rápido – mientras dura el efecto -. Sobre todo, son buscadas porque permiten disminuir la fatiga, el sueño y el apetito – anorexígenas -. Cuando ya se produce una dependencia de las mismas, pueden sufrirse alucinaciones, cuadros paranoides y depresión, entre otras consecuencias.

EL COMPROMISO DE LA ESCUELA EN LA PREVENCIÓN


Como no puede ser ajena al fenómeno actual del consumo, en la institución escolar se reflejan los hábitos de riesgo de su población. Lo que antes podía ocurrir en el baño, cuando los estudiantes fumaban a escondidas, ahora el problema se ha hecho más evidente y de otras maneras.
Nadie puede negar la responsabilidad de la escuela para educar en hábitos saludables y esto puede hacerse en varios sentidos. En principio, es un tema a tratar desde diversos puntos de vista: ciencias sociales, biología, historia, comunicación, educación física, psicología, entre otras.
Y, por supuesto, para fortalecer valores actitudinales como la autoestima y el diálogo superador de conflictos, la toma de decisiones de carácter autónomo, el sentido crítico, la participación positiva y creativa por parte de los jóvenes, que pueden constituirse en un valioso recurso de enseñanza ante las consecuencias negativas en el abuso de sustancias.
En momentos en que la educación está llamada a dar respuesta a un mundo en transformación, la acción del docente como agente de cambio adquiere una importancia trascendente, por su expansión y valorización como primera articulación entre la familia y la institución.
Si se decide encarar un proyecto preventivo, es imprescindible contar con el aporte de todos los integrantes de la comunidad, sumando así a celadores, padres, uniones vecinales, organizaciones civiles, el centro de salud, el club del barrio y el municipio.
A su vez, estos abordajes preventivos no pueden tener como objetivo de intervención la sola advertencia. Tienen que motivar e impulsar procesos de construcción en acción. Y, por supuesto, tiene que partir desde las posibilidades del sujeto y las diversas actividades en las que éste puede reconocer algo de sí.
No obstante, lo característico es que la escuela sea una institución saturada de actividades y demandas, en las que un problema termina enmascarando a otro.
Así, el tema de los hábitos de riesgo en su población puede ser visto como una señal de alarma. Ante ello, los juicios para comprender el problema caerán en lugares comunes: “Es un problema de un solo alumno”; “la culpa la tiene el dealer que vende en la esquina, hay que llamar a la policía”; “no queremos que esto contagie al resto del alumnado”.
Sin embargo, aquella preocupación inicial no se traduce en propuestas educativas válidas, que sean constantes en el tiempo. La demanda usual, entonces, se registra de esta manera: “¿Pueden venir a dar una charla?”. El alarmismo tiene límites tan precisos como cortos.
Las políticas públicas de prevención de las adicciones pueden contribuir enormemente con la educación formal. Todo proyecto de prevención intenta transformar, no sólo las conductas, sino generar mejores expectativas de vida. Para ello se requiere aceptar que no es un problema de individuos, sino responsabilidad de todos. A partir de esto, es importante capacitarse, sobre todo los responsables institucionales y docentes, a fin de no caer en los prejuicios habituales.
Lo fundamental es que este cambio sólo puede ser promovido por sus protagonistas, es decir, la comunidad educativa y no por voluntades aisladas.

PREVENCIÓN: A TENER PRESENTES AL DESARROLLAR PROYECTOS


No hay una instancia única que establezca las maneras de prevenir sobre las adicciones, en otras palabras. Sí hay ámbitos específicos y particulares, en algunos casos más significativos que otros, como es el Plan Provincial de Adicciones o centros de tratamiento gubernamentales.
Lo cierto es que esta tarea preventiva hay que encararla desde la casa, la unión vecinal, la escuela, el municipio, la organización no gubernamental y el Estado. Claro está que las posibilidades y los alcances de cada instancia son diferentes.

La prevención implica un proceso un proceso compartido de construcción de un cambio social y personal, a través de acciones y estrategias que permitan elegir lo que contribuye a mejorar el bienestar de una comunidad.

Cualquier acción que intente ser promotora de salud debe tener en cuenta:

- Las creencias, valores y actitudes locales.
- Los objetivos definidos por los propios interesados, de modo que la participación directa de lugar a un compromiso genuino.
- La necesidad de desarrollar competencias que permitan realizar elecciones saludables.
- Utilizar estrategias múltiples de intervención.

En suma, todo trabajo preventivo, debe basarse en:

- Incluir. Para prevenir situaciones de exclusión y estigmatización de los consumidores.

- Ser participativo. Abordar la problemática del consumo de sustancias requiere del compromiso de la mayor parte de los integrantes de una comunidad, articulando las diferentes acciones de los organismos gubernamentales y de la sociedad civil.

MODELOS DE PREVENCIÓN

Son cuatro enfoques que constituyen el punto de partida de quienes se plantean la tarea de la prevención sobre el abuso del consumo de drogas.

Modelo ético-jurídico

Es el más habitual. Es un modelo abstencionista, basado en la prohibición, por lo que sus acciones apuntan más a la censura, a la crítica y represión antes que a la prevención. Incluye entre sus reglas el “No a la droga”. Si esto no es logrado puede ser motivo de expulsión y discriminación. De este modelo se desprende la clasificación de drogas en legales e ilegales.

Modelo médico-sanitario

El consumidor es considerado un enfermo. El sujeto debe cooperar activamente en su tratamiento para que su rehabilitación y su reinserción social sean un proceso efectivo. La prevención se basa en informar sobre los efectos nocivos de las sustancias, lo que incidirá en el cambio de conductas.

Modelo socio-cultural

Considera las condiciones socio-económicas como la pobreza, el analfabetismo, la exclusión, el consumismo, la competencia intensa, entre otras, las únicas causas de la demanda creciente de drogas legales y/o ilegales. Por esto, apunta a disminuir los efectos de estas condiciones sobre los individuos.

Modelo psico-social

Piensa que el consumo va asociado a un problema de comportamiento humano en contextos sociales y culturales complejos y variables. Su estrategia privilegiada de prevención es la Educación para la Salud, entendida como un proceso de enseñanza-aprendizaje, ético, dinámico, participativo, interdisciplinario e intersectorial. La información debe estar relacionada con las actitudes, valores y hábitos de un individuo o grupo, si se desea que influya en el comportamiento.

EN LA CASA: PREVENCIÓN PRIMARIA E INESPECÍFICA

Un ámbito significativo es el hogar, cuando están dadas las condiciones para encarar un tema que, en muchos casos, puede generar actitudes y sentimientos variados.
Desde la casa, se puede trabajar lo que se llama prevención inespecífica, es decir, para prevenir no hace falta hablar sobre drogas, sino acentuar en aquellos hábitos cotidianos que mejoran las condiciones de vida: mantener la higiene personal después de realizar tareas, entre otras.
Esto hace referencia a la prevención primaria, que es válida para prevenir cualquier otra enfermedad. De esta manera se refuerzan los factores protectores y disminuyen los riesgos –ver número anterior-.
Lo importante es que estas acciones inespecíficas, de todos los días, tiendan a formar en valores y actitudes que promuevan un desarrollo integral en la persona, incentivando el sentido crítico y responsable al momento de tomar decisiones relacionadas con su salud.


lunes, 12 de noviembre de 2007

¿ENERGIZANTES?


El consumo de las bebidas llamadas “energizantes” ha crecido en los últimos años. Su mezcla con vodka, vinos espumantes o cerveza puede ocasionar diversos riesgos.
Ante ello, conviene aclarar algunos aspectos sobre los mentados beneficios y los problemas que conllevan su uso indebido y abuso.

- Falsa sensación de energía. Lo exacto es llamarlas “estimulantes” por contener cafeína y taurina. No tienen nutrientes que aporten energía al organismo. Uno de los efectos es la excitación psicomotriz, que es lo que puede provocar esa aparente sensación de energía o falta de cansancio.

- Efecto de Enmascaramiento. Hacen sentir que no se ha tomado demasiado, ya que retardan los efectos del alcohol. La bebida “energizante” genera una falsa tolerancia al alcohol, por efectos de la taurina y cafeína. Y esto hace que se consuma más.

- No mejoran la concentración. En realidad, lo que sí aumenta es la atención o, mejor dicho, el estado de alerta. En tanto, la concentración disminuye.

- El problema está en la mezcla. Cabe aclarar que, por sí sola, la bebida no entraña riesgos. El problema está en el modo en que se consume. Su combinación con alcohol, que es un depresor – primero desinhibe, luego viene el bajón -, se contrapone a su efecto estimulante. Esto hace que el organismo no lo pueda metabolizar adecuadamente.

COMIENZAN LOS RIESGOS

La mezcla con el alcohol puede provocar:

- En consumos moderados – una lata -: aumenta la frecuencia cardiaca y la tensión arterial.

- En consumos elevados -de 3 a 4 latas-: puede ocasionar arritmia cardiaca, irritabilidad, dificultad de concentración, diarreas y temblores.

- No se atienden las señales del cuerpo. Al enmascarar los efectos del alcohol, y sentir esa falsa sensación de energía, las señales de alarma que da el organismo con relación al cansancio o al sueño, son anuladas. Por eso aumenta el riesgo de infarto.


PACO


Es el residuo del proceso de producción de la cocaína. Es muy tóxico.

EFECTOS

- Aparecen a los 30” y duran no más de 5 minutos.
- Al principio, desinhibe y da sensación de placer y seguridad; quita la sensación de hambre y frío.
- Después, viene un “bajón”: mucha angustia, inseguridad y malestar general.
- Por eso, se vuelve necesario volver a consumirlo inmediatamente.
- Cuando hay consumo habitual, puede provocar alucinaciones. Pueden presentarse episodios de violencia y mucha irritabilidad.

DAÑOS

- PULMONARES. Lesiones muy graves en la boca, la garganta y las vías respiratorias. Los pulmones se ven muy afectados, lo que puede traer infecciones y pulmonías.
- CEREBRALES. Irreversibles en funciones tan básicas como hablar, recordar, pensar, atender, concentrarse. Puede causar convulsiones, temblores, derrames cerebrales, delirios, confusión.
- EN EL CORAZÓN. Arritmias, hipertensión e infartos.
- EN LO FÍSICO. Pérdida de peso, diarreas, vómitos y náuseas.

EL USO INDEBIDO DE LOS INHALANTES


Son, generalmente, productos comerciales, de venta libre y de usos diferentes, como los pegamentos, las naftas y otros productos derivados del petróleo.
No están pensados para el consumo humano, es decir, para ser inhalados – ver Uso Distorsionado, 1º número -.

Efectos

Son depresores del sistema nervioso central.
Al estar bajo los efectos de la “fana” o el “ran”, los chicos no sienten hambre, ni frío, ni angustia ni ninguna otra emoción.
Su efecto es rápido, intenso, dura pocos segundos, lo que lleva a repetir el consumo.

ESTO ES MUY PELIGROSO.

- Provocan confusión, excitación, euforia, vértigo, perturbación visual y del lenguaje, vómitos, somnolencia y algunas veces aparecen alucinaciones.
- Si el consumo es habitual, puede aparecer irritación en la nariz, boca y ojos, pérdida de peso, cambio de humor, dolores de cabeza y depresiones.
- El uso prolongado (más de 6 meses) puede generar daño cerebral (memoria, capacidad intelectual y coordinación motora); daño renal; hepático y pulmonar.
- Puede producir paro respiratorio e irregularidades cardíacas.
- El riesgo aumenta si la inhalación se combina con la ingestión de bebidas alcohólicas u otras drogas.

MITOS SOBRE LAS DROGAS

MITOS SOBRE EL ALCOHOL

Es falso que…

1) El alcohol sea un excitante. La desinhibición sólo es un efecto temporal. Luego, disminuye la visión, reaccionás y pensás más lento, baja la temperatura del cuerpo y disminuye tu potencia sexual. El alcohol es un depresor del sistema nervioso central.

2) El alcohol y el cigarrillo produzcan menos daños que las sustancias ilegales. El abuso de alcohol es una de las primeras causas que llevan a las personas a las salas de emergencia por intoxicación. Además, el cigarrillo produce numerosas enfermedades cancerígenas y cardiorrespiratorias.

3) Las borracheras se alivian tomando café o dándose una ducha fría. El tiempo es el único medio eficaz para disminuir la tasa de alcohol en la sangre. Lo que sí ayuda es tomar mucha agua.

4) Una persona descompuesta pueda recuperarse tomando aire fresco. Puede bajarle la temperatura y eso agravaría su descompostura.


MITOS SOBRE LA MARIHUANA

Es falso que…

1) Produzca daños neuronales. Sí se ha comprobado que el abuso crónico puede provocar graves alteraciones en el pensamiento, en la memoria y en otras funciones psíquicas.

2) Sea alucinógena. Lo que sí provoca es una distorsión de la percepción. Alucinar significa ver cosas que no existen. Con la marihuana, los objetos pueden verse distintos de cómo son en realidad. Y esto puede ser muy riesgoso a la hora de manejar, por ejemplo.

3) Produzca menos daños pulmonares que el tabaco. Un porro equivale a siete cigarrillos de tabaco, es decir, es siete veces más nocivo que el cigarrillo de nicotina. Hay mayor riesgo de contraer enfermedades cancerígenas.

Esto no es un mito. La tenencia de marihuana está penada por la ley nacional 23737. No importa que sea para consumo personal, lo que se penaliza es la posesión.

TIPOS DE TRATAMIENTO PARA PERSONAS CON PROBLEMAS DE ADICCIÓN

¿CÓMO ASISTIR A UNA PERSONA ADICTA?

Cuando un integrante de la familia o un conocido mantienen un consumo de abuso de sustancias o prácticas adictivas, lo aconsejable es:

- Favorecer el diálogo y enfrentar abiertamente el tema, sin generar actitudes persecutorias o de culpabilidad.
- El miedo o la bronca pueden llevar a la idea de que la persona está enferma y es necesario internarla, cuando no sea necesario en todos los casos. La adicción sólo puede ser confirmada por un profesional especializado en la temática.
- Evaluar en qué situación de consumo se encuentra: si lo hizo una vez; cada cuánto lo hace; en qué momentos; y qué recaudos toma al consumir.
- Tratar de comprender qué función cumple la sustancia en su vida, cuáles son sus expectativas – estimularse, tranquilizarse, experimentar, desinhibirse, ser aceptado, evitar frustraciones, mejorar el rendimiento -.
- Buscar formas alternativas para resolver los problemas. Comprender que, encontrar soluciones, requiere de tolerancia.

Tipos de tratamiento

- Ambulatorio: el paciente concurre a una institución o consultorio particular
donde recibe tratamiento psicológico, psiquiátrico o de tipo social, de carácter individual o familiar. La prestación tiene una duración de una hora, de una vez por semana o una frecuencia mayor – ambulatorio intensivo -.

- Centro de día: puede ser de ½ o jornada completa. Se prescribe cuando hay un mayor grado de riesgo al observarse un cuadro de abuso o dependencia en el consumo de sustancias. Es un abordaje individual, grupal, con talleres recreativos, laborterapia. Al concluir la jornada, el paciente vuelve a su hogar.

- Internación (institucional): se prescribe cuando se evalúa que hay un alto riesgo, ya que la persona no puede controlar la intoxicación aguda por más que se encuentre en oro tipo de tratamientos. Como su abuso es frecuente, es necesario interrumpir el consumo para pensar sus condiciones desde otro lugar. Abordaje grupal, individual, familiar. El paciente reside en la institución en un periodo de tiempo.

- Internación domiciliaria: si el perfil del paciente no se adecua a los criterios de admisión de la institución, se puede internar en su propia casa y seguir un tratamiento profesional articulado con la presencia de acompañantes terapéuticos.

- Grupos de autoayuda no profesionalizados: incluyen a personas con adicciones, normalmente de un mismo tipo –jugadores, alcohólicos, narcóticos-. No están coordinados por un profesional, sino por personas adictas recuperadas. Su propuesta terapéutica se basa en diversos métodos a cumplir. El requisito de la recuperación es la abstinencia.

- Grupos profesionalizados – operativos, de reflexión o terapéutico -: la recuperación sucede cuando el paciente vuelve a tener un proyecto de vida. Están coordinados por personas capacitadas en la temática, no necesariamente adictos recuperados.

- Abordaje comunitario: aborda la temática en el seno de las comunidades. La persona no se traslada a una institución, sino que se trabaja en los ámbitos donde se reúnen los consumidores.

LA COBERTURA SOCIAL EN TRATAMIENTOS DE ADICCIONES

De acuerdo con lo dispuesto por el Programa Médico Obligatorio, las obras sociales tienen que cubrir el tratamiento en adicciones que sus afiliados así requieran.
Lo establece la resolución 201/02, que estipula las prestaciones básicas y esenciales garantizadas por los agentes del seguro de salud, comprendidos en la ley nº 23.660.
Se trata de garantizar a la población el acceso a los bienes y servicios básicos para la conservación de la salud.
Se consideran prestaciones básicas esenciales las necesarias e imprescindibles para la preservación de la vida y la atención de las enfermedades.
Las prestaciones cubiertas son:

- Atención ambulatoria. Hasta 30 visitas por año y 4 consultas por mes. Incluye entrevista psiquiátrica, psicológica, psicopedagogía, psicoterapia individual y grupal, de familia y de pareja, psicodiagnóstico.

- Internación. Se cubrirán patologías agudas ya sea en instituciones o en hospital de día. Hasta 30 días por calendario.

SUSTANCIAS Y EFECTOS

"LA DROGA" NO EXISTE

Es frecuente escuchar generalizaciones estereotipadas acerca del consumo de sustancias y sus consecuencias, tales como “La Droga te atrapa”, que ponen de manifiesto la preponderancia de la sustancia como eje del conflicto, olvidando que se trata de un problema de personas que CONSUMEN – ver uso, abuso, adicción -.

En rigor, “La Droga” no existe. Antes bien, es preciso considerar que hay diferentes sustancias, con diferentes efectos sobre el organismo que pueden provocar riesgos y daños.
Teniendo en cuenta estos efectos, las sustancias se clasifican en:


- Excitantes o estimulantes: el café, la cocaína, la nicotina, las anfetaminas, éxtasis, bebidas “energizantes”, anabólicos.

- Depresoras, tranquilizantes y analgésicos: alcohol, marihuana, pastillas para dormir o para disminuir la ansiedad, heroína, otros derivados del opio, etc.

- Alucinógenas: ocasionan alteraciones en la percepción de diversa intensidad, como el éxtasis, LSD, hongos.

Estos efectos no son siempre iguales – ver “Condición del sujeto que consume” -.

BEBER RESPONSABLEMENTE AYUDA A EVITAR SITUACIONES NO DESEADAS


El alcohol es un depresor del sistema nervioso central. Al principio, puede desinhibir, pero después disminuye la visión; no se calculan bien las distancias; la capacidad para reaccionar es más lenta; disminuye la temperatura y la potencia sexual. Las intoxicaciones graves pueden llevar a coma alcohólico.

¿Cuáles son los riesgos cuándo mezclamos alcohol con…?

Bebidas dulces. El organismo lo absorbe más rápido y hasta enmascara sus efectos, haciendo creer que no se está tomando nada.

Tranquilizantes. Se potencian los efectos depresivos, el sistema cardíaco se hace más lento, depresión respiratoria y pérdida del conocimiento. Serio riesgo de muerte.

- Marihuana. Hay riesgos de vómitos, mareos y paranoia. Es la peor combinación para realizar actividades complejas, como conducir.

- Cocaína. Se contrarrestan los efectos de ambas sustancias, lo que provoca deseos de consumir más y expone a mayores riesgos. Aumento de toxicidad sobre el hígado y cerebro. Aceleración del corazón y riesgo de hemorragia cerebral.

- Éxtasis. Aumenta el riesgo de deshidratación, por lo que hay que tomar mucha agua. Mayores riesgos de ataques de pánico y acaloramiento. El bajón es más intenso y desagradable.

- Ketamina. Pueden producirse náuseas y vómitos. Aumentan las posibilidades de pérdida del conocimiento, paro cardíaco y depresión respiratoria.

Atención!!!

La mezcla de sustancias depresivas (alcohol y barbitúricos) o estimulantes (cocaína y éxtasis) tiene un efecto sinérgico: sus efectos no se suman, sino que se multiplican y los riesgos de sobredosis aumentan y pueden ser impredecibles. Al mezclar dos sustancias de grupos diferentes (estimulantes con depresores, por ejemplo, éxtasis con alcohol) se pueden potenciar los efectos depresores del alcohol.

Si se toma en exceso, se pueden…

- Hacer cosas que lo pongan en riesgo a uno y los demás.
- Olvidarse de usar cosas importantes: preservativo, cinturón de seguridad, casco.
- Terminar en lugares no deseados: comisarías, salas de emergencias o lugares no seguros.


Para reducir los riesgos

- Reconocer las graduaciones. Es preferible tomar un solo tipo de bebida y no mezclar distintos tipos de tragos, ya que el organismo no puede adecuarse a diferentes graduaciones alcohólicas.
- Beber sin apuro. Es preferible tomar despacio, con tragos cortos y no abruptamente (lo que se suele llamarse “fondo blanco”).
- Tener el estómago lleno. Es muy importante comer cuando se está bebiendo o haberlo hecho previamente, ya que refuerza la capacidad del organismo para aminorar los efectos no deseados.

ASISTENCIA EN CRISIS ¿CÓMO AYUDAR A UNA PERSONA INTOXICADA CON DROGAS?


Tomar alcohol en exceso y mezclarlo con otras drogas, puede ocasionar serios problemas que deben resolverse de forma urgente. A partir de estos consejos, puede ayudar a una persona intoxicada, para que no se ponga peor.

Si está borracho y enojado

- No lo reproche ni lo critique. Esto puede enojarlo más.
- Háblele por su nombre, aléjelo de las personas y llévelo a un lugar iluminado.
- Ofrézcale de comer para calmarlo.


Si está asustado

- Háblele tranquilo y en voz baja.
- Dígale que cuando se le pase el efecto, se va a sentir mejor.
- No lo deje solo. Si se pone nervioso, trate de permanecer tranquilo.


Si se ahoga y tiembla

- Busque un lugar blando y tranquilo, con buena ventilación.
- Aflójele la ropa y cuide que no se lastime.

Si se desmaya

- Póngalo boca abajo, con la cabeza hacia un costado, para evitar que se ahogue con su vómito.
- No lo deje sentado ni de espalda.
- Asegúrese que pueda respirar.


Acuérdese: 107 Emergencias

FACTORES PROTECTORES Y DE RIESGO

PROTECTORES

Son los recursos personales o sociales que atenúan o neutralizan el impacto de riesgo.

Factores individuales

- Tener sensación de logro y valoración frente a lo que uno hace (autoestima y autoeficacia)
- Tener una buena capacidad para comunicarse.
- Tener proyectos personales y sociales.
- Poseer una escala de valores (religiosos, políticos, etc.) que canalice las inquietudes y otorgue un sentido a la propia vida.
- Sentido de pertenencia y compromiso con diferentes grupos o instituciones.
- Dar un lugar al placer en la vida cotidiana.

Factores familiares e interpersonales

- Grupo familiar estable, contenedor, que tiene capacidad para resolver los conflictos que se presentan.
- Buen nivel de comunicación entre los miembros de la familia.
- La disciplina familiar es consistente, flexible y con permanencia en el tiempo.
- La familia constituye un núcleo donde se expresan los afectos y permite el intercambio afectivo.
- Protagonismo y compromiso social.
- Existencia de una red social de apoyo.
- Buena utilización del tiempo libre (deportes, act. artísticas, culturales, etc.)
- Grupo de pares que favorezca actitudes de solidaridad y ayuda mutua.

Factores socioculturales

- Medios de comunicación que promuevan mensajes con modelos positivos.
- Buena integración y motivación hacia las actividades propuestas por la escuela y/ o el trabajo.
- Reducción de la disponibilidad de drogas en el ámbito donde vive.
- Poseer una organización social que da soluciones a los problemas de la comunidad, integrando las redes sociales.
- Oportunidades laborales.
- Acceso y calidad en los sistemas de salud, educación y justicia.
- Espacios de recreación y participación.
- Práctica de valores solidarios.


DE RIESGO

Son elementos con gran posibilidad de desencadenar o asociarse al desencadenamiento de un determinado suceso indeseable.
Por ejemplo, a mayor velocidad, mayor posibilidad de tener un accidente de tránsito.
El factor de riesgo no es necesariamente la causa. Existe una asociación de causas y efectos multiplicadores que interactúan sobre el aumento de probabilidad y/ o desencadenamiento de un suceso.
Por Ej.: condiciones de seguridad del vehículo, cantidad de tránsito, estado de la ruta, visibilidad, clima, condiciones de la persona que maneja, etc.
Esto nos habla de una serie de factores de riesgo que pueden predisponer a esa persona a tener conductas de riesgo.

Factores individuales

- Baja autoestima.
- Escasa tolerancia a la frustración y poca capacidad de espera.
- Dificultades de comunicación.
- Falta de proyectos de vida.
- Sensación de vacío e intranscendencia.
- Bajo rendimiento escolar
- Uso precoz de sustancias adictivas.
- Personalidad dependiente.
- Rebeldía. Dificultad para aceptar la autoridad.
- Actitud permisiva hacia el consumo.

Factores familiares e interpersonales

- Inestabilidad. Desintegración familiar.
- Maltrato físico y/o sexual.
- Violencia en el grupo familiar

- Dificultad en la integración, contacto y expresión de afectos.
- Disciplina laxa o muy autoritaria, inconsistente.
- Actitud de sobreprotección o de abandono.
- Presencia de conductas de abuso o adicción a sustancias en algún integrante de la familia.
- Falta de normas y límites.
- Dificultades de integración al grupo de pares.
- Capacidad recreativa generada a partir del consumo.


Factores socioculturales

- Publicidad del alcohol y el tabaco asociados a modelos atractivos de vida.
- Una sociedad que valora el individualismo, la competitividad, el consumo.
- Bloqueo de los canales de participación y comunicación colectiva.
- Marginalización y exclusión social.
- Disponibilidad de droga en el ambiente.
- Marcadas desigualdades económicas.
- Falta de oportunidades para una salida laboral.
- Corrupción, violencia e injusticia.
- Desorganización de la comunidad.
- Falta de espacios recreativos


Recordemos que cuando hablamos de prevención debemos reforzar o favorecer los factores protectores para disminuir o neutralizar los factores de riesgo.

CONCEPTOS BÁSICOS: TOLERANCIA Y ABSTINENCIA

TOLERANCIA

Es un estado de adaptación al consumo de una sustancia con cierta dosis, la cual tiende a ser aumentada paulatinamente para obtenerse los efectos que producía en un comienzo del consumo.
Es el acostumbramiento del organismo a una cierta toxicidad.

SÍNDROME DE ABSTINENCIA

Cuando una persona ha llegado a ser dependiente de una sustancia, establece una forma de relación con la misma.
El consumo es continuo y las dosis, según los casos, son administradas en períodos de tiempos más o menos cortos.
El desarrollo de la tolerancia por el consumo regular y el de abstinencia (cambios de humor por la falta de la sustancia, necesidad de emplear tiempo y esfuerzo en la búsqueda de la misma, irritación, entre otros ) son signos de la dependencia.
Cuando por alguna razón la administración de dicha sustancia es suspendida, durante determinado tiempo, se produce un cuadro psicofísico denominado "síndrome de abstinencia".
Los signos y síntomas que el síndrome representa pueden ser muy variados y puede derivarse hasta en un cuadro clínico de gravedad. Los síntomas de abstinencia son opuestos a los que produce la droga en el individuo.
Ej: si el consumo de cocaína genera un efecto estimulador y desinhibidor, la ausencia de la droga produce un estado de abatimiento, desgano y anergia.

miércoles, 24 de octubre de 2007

Red de atención de las adicciones

Organismos públicos

Plan Provincial de Adicciones 4240653
Servicio Coordinado de Emergencias 107
Línea Gratuita de Consultas SEDRONAR 0800- 222- 1133
Servicio de Protección de Derechos 4236994 (denuncias sobre consumo o venta de inhalantes a menores)
División Toxicomanía Fonodroga 4233233 (denuncias anónimas 24 hs.)
Hospital Carlos Pereyra 4307641
Hospital El Sauce 4511417
Hospital Humberto Notti 4450045
Unidad de Internación en Crisis 4218450

Instituciones públicas de tratamiento

Centro Preventivo y Asistencial en Adicciones 4228633 / 0800-333- 4884
Centro de Atención de las Adicciones Zona Sur (Hospital Schestakow, San Rafael) 02627 – 422580 / 424290
Área de Salud Municipalidad de Guaymallén - Microhospital Puente de Hierro 4820015
Programa Juego Responsable 0810 – 222 – 2481

Programas para dejar de fumar

Obra social DAMSU (UNC) 4135000 int. 3202
Centro de Cesación Tabáquica – Hospital Lencinas 0800- 222- 4270
OSEP 0800- 333- 1033 Opción 2

Organizaciones de la Sociedad Civil de tratamiento en adicciones que tienen convenio con el Plan Provincial de Adicciones

Conexión 4306478
Cable a tierra 4965523

ONGs sin convenio con el Plan Provincial de Adicciones

Jugadores Anónimos Línea Vida 156539943
Narcóticos anónimos 4230582
REMAR 4488752
Fundación Pueblo Nuevo 4275011
Hogar Monte Comán (San Rafael) 02627- 490244
Accionar 4235304
ACANYA 4980399
Clínica Di Ferro 4293592

Condición del sujeto que consume

¿Por qué las personas usan drogas?

Las personas pueden usar drogas en momentos particulares en sus vidas y por diferentes razones en cada época.
Muchas teorías existen sobre por qué las personas usan las drogas pero no hay ninguna respuesta simple.
Algunas de las razones por las que las personas pueden usar drogar incluyen:

· Tradición: como parte de ceremonias simbólicas o religiosas.
· Automedicación: para aliviar sentimientos de miedo, ansiedad y depresión.
· Alivio del dolor: para disminuir síntomas físicos de dolor.
· Goce: para los efectos agradables, para la diversión.
· Estilo de vida: para pertenecer al grupo, a la pareja.
· Olvidar: para aliviar miseria, pobreza y desventajas.

La O.M.S. sostiene que el inicio y el mantenimiento del consumo se produce por los siguientes motivos:

· Satisfacer la curiosidad sobre la droga
· Adquirir la sensación de pertenencia a un grupo
· Expresar independencia, hostilidad y rebeldía
· Experimentar situaciones emocionantes o peligrosas
· Adquirir un estado superior de conocimiento o capacidad creadora
· Conseguir sensación de bienestar y tranquilidad
· Necesidad de evasión o escape

Factores que influyen en la respuesta a la droga

Los efectos y reacciones que produce a un individuo el consumo indebido de drogas están relacionados con:

· El estado físico y psicológico del usuario
· Las expectativas del sujeto en relación a las sustancias
· Las circunstancias en las cuales las consume
· La frecuencia de consumo y la dosis
· La vía de administración de las sustancias


sábado, 20 de octubre de 2007

Sobre el concepto de Adicción

Origen histórico del concepto
Para entender el concepto de adicción es importante tomar un referente histórico.
En la época de los romanos, las personas se dividían en - por lo menos - dos clases: los ciudadanos y los esclavos.
Los ciudadanos eran aquellas personas que, básicamente, tenían la posibilidad de elegir y decidir sobre sus vidas y sus cosas. Por el contrario, los esclavos eran aquellos que dependían de otros para satisfacer sus necesidades, para quienes trabajaban sacrificadamente.
Cuando un ciudadano contraía una deuda con alguien, perdía tal condición y se convertía en esclavo de su acreedor.
Por lo tanto, los romanos adjudicaban a la palabra adicto el sentido de que la persona está esclavizada por una deuda contraída, es decir, perdía su condición de hombre libre para depender de otro, quien lo hacía trabajar hasta el agotamiento.
Con esta impronta, al hablar actualmente de adicciones, estamos diciendo que las drogas se obtienen sin necesidad de prestaciones, avales, certificados y/o garantías. Esto significa una cadena de retenciones, de “esclavitudes” inconscientes y concientes a las que se va atando, poco a poco, el individuo. Sin embargo, esto es lo que no se ve.
Lo que sí podemos vislumbrar, y que funciona como atractivo, es que esta mercancía – las drogas - es una de las más fáciles de obtener y comerciar.
La adicción como relación
De aquí, entendemos por “Adicción” a:
- La relación que se establece entre una persona y un objeto,
- Que genera un cúmulo de tensión en la persona, que es aliviado con la obtención de dicho objeto;
- Y que se produce en un contexto cultural, y va produciendo una progresiva pérdida de grados de libertad.
Cuando hablamos de “relación” y “objeto” es importante tener en cuenta que no es cualquier relación y que cualquier objeto no da lo mismo.
En efecto, al hablar de “relación”, hacemos referencia a una relación patológica, enfermiza, caracterizada fundamentalmente por la conducta de búsqueda del objeto que se necesita para satisfacer la demanda del sujeto.
Es decir: a diario y permanentemente, nos relacionamos con diversos objetos, y los consumimos para satisfacer diferentes necesidades (comida, diversión, trascendencia, alivio del dolor, etc.).
Aún así, por el simple hecho de consumir, no significa que vamos a ser adictos: salvo que consumir un determinado objeto, que es exclusivo, se convierta en el eje de mi existencia, en el centro de mi vida y todo lo que hago gira en torno a ese objeto.
Las variaciones del concepto
A su vez, al hablar de objeto es importante aclarar que, si bien cualquier objeto es pasible de convertirse en el destinatario de nuestra adicción, no es lo mismo cualquier objeto en función del daño que el mismo puede ocasionar.
Dicho de otra manera, ser adictos al juego nos va a ocasionar un déficit económico, mientras que ser adictos al alcohol nos puede traer serias complicaciones a nivel orgánico. No estamos diciendo que una adicción es mejor que otra, sino que, hay adicciones, o más precisamente objetos que son más dañinos que otros.
Por otro lado, adicción es un término acuñado a inicios del siglo XIX, aunque no fue aceptado en el vocabulario médico y científico hasta principios del siglo XX. Es un término que sustituyó a embriaguez, que se había venido usando para designar, de manera poco específica, los efectos que producía el uso continuado no solamente de alcohol, sino también de opio, morfina, cloroformo, éter y otros depresores del Sistema Nervioso Central (SNC).
Durante el transcurso del siglo XX, el término adicción, al igual que el de toxicomanía, ha ido incorporando a su significado científico una serie de connotaciones morales y legales que ha hecho aconsejable el reemplazarlo por el de “dependencia”.
En la actualidad se impone progresivamente el sustantivo “drogodependiente” para designar a la persona que anteriormente se denominaba toxicómano o drogadicto.
Así mismo, la progresiva aceptación de la existencia de conductas patológicas - como el juego -, que producen dependencia sin la intervención de sustancias químicas, ha revitalizado el término adicción, dándole una acepción más amplia al utilizarlo en el contexto de “conductas adictivas”.