miércoles, 14 de noviembre de 2007

LUDOPATÍA O ADICCIÓN AL JUEGO

CÓMO PERDER LA CLAVE DEL ÉXITO

Una de las primeras cosas que aprende el hombre es a jugar. A través del juego, el mundo se vuelve una experiencia disfrutable. A medida que crecemos, el juego va tomando otros significados, entre ellos, el de recrearnos de nuestras obligaciones diarias.
Al jugar también aprendemos a conocer nuestras posibilidades y límites, algo tan básico como significativo para el resto de la vida. Al participar, es importante conocer las reglas del juego: qué puedo hacer y qué no; qué ocurriría si hago algo no permitido, etc.
Otro aprendizaje consiste en que se trata de una experiencia que podemos compartir con otros – dependiendo del juego, claro -. Esto no es poco, ya que implica aprender que nuestras posibilidades dependen, a su vez, de las posibilidades de otras personas.
Y acá es donde comienza una parte de nuestros conflictos porque, a veces y a pesar de las reglas, queremos jugar a nuestra manera y no de la manera que propone el otro. Si bien esto ocurre generalmente cuando somos niños, también abundan ejemplos respecto de la vida adulta. ¿Cómo podríamos concebir el doping en los deportistas?
A veces también sucede que ponemos muchas expectativas en lo que nos jugamos, como si la vida dependiera de ello. Pasa con aquellos que siempre terminan peleándose con los rivales o con los mismos compañeros cuando uno ni siquiera puede llegar a la pelota en un pique corto. Expectativas desmesuradas pueden verse en aquellos padres que hacen boxeo indebido porque están descontentos con el árbitro o hasta con el desempeño de sus propios chicos.
Jugar puede ser regocijante, formativo, saludable y entretenido, pero también puede convertirse en un serio problema.
Si algo caracteriza a las adicciones en esta época es que no ya no se refieren exclusivamente al consumo de drogas, sino que pueden tomar otras formas: en este caso, la ludopatía o adicción al juego - ya sea la quiniela, la ruleta, los tragamonedas o los juegos por computadora -.
De alguna manera, la adicción al juego es un síntoma de cierto malestar que excede a la persona ludópata y que se refleja en una sociedad que presiona fuertemente para alcanzar el éxito, pero que no ofrece los medios para lograrlo.

EL PENSAMIENTO MÁGICO DEL APOSTADOR COMPULSIVO

Existen múltiples motivaciones que hacen que una persona desarrolle hábitos adictivos. El deseo de obtener éxito en el menor tiempo posible y con el menor esfuerzo. La manera en la que hemos aprendido a convivir con logros y fracasos. Incluso, una difícil situación económica. Sin embargo, recordamos que no existe una sola causa: diversas situaciones, a lo largo de una vida, pueden provocar un problema adictivo.
Podemos observar diferentes conductas relacionadas con el juego. El jugador social es aquel que, por ejemplo, apuesta ocasionalmente y sólo lo hace para divertirse y relacionarse con otras personas. El jugador profesional, por otra parte, es aquel que tiene en el juego su medio de vida – no implica que sea adicto -.
Llegamos al jugador problema: frecuentemente, juega a la quiniela, apuesta un par de fichas en el casino. El problema está en el abuso: presenta un gasto habitual, gasta más de lo que pretendía, su reputación se ve afectada. Sin embargo, el jugador problema todavía puede responder a su entorno: asiste al trabajo, cumple horarios, aunque su conducta puede comenzar a afectar a sus familiares.
Podemos decir que una persona es adicta al juego cuando ya no puede controlar lo que apuesta, cuánta plata gasta y cuánto tiempo está jugando. Aún más: tiene pensamientos recurrentes sobre lo que debe apostar, cómo debe hacerlo, etc.
Al tratarse de una conducta compulsiva, el adicto cree que va a recuperar lo perdido en la próxima oportunidad. Por eso vuelve. A esto se llama pensamiento mágico. El jugador patológico va perdiendo la posibilidad de elegir y de disfrutar del juego.
Frente a alguna complicación de la vida cotidiana, cree que el juego es una solución mágica ante ello.
Ya en este punto, los riesgos son varios:
Social. Puede llegar a cometer actos ilícitos.
Afectivos. Puede perder a su familia por aislamiento, mentiras.
De salud. Cuando no puede jugar, tiene sudoraciones, taquicardia, insomnio, altísimos niveles de ansiedad y angustia, ideas depresivas y hasta suicidas.

PROGRAMA DE JUEGO RESPONSABLE

El Instituto de Juegos y Casinos, junto al Plan Provincial de Adicciones, ofrecen asistencia a personas que tengan problemas con el juego. Cuenta con un equipo de profesionales de la salud y una línea telefónica para orientar a los jugadores y a sus familiares.
0810-222-2481
Horario de Atención: lunes a viernes de 8.30 a 18 y de 20 a 24.

POSIBLES SEÑALES A TENER EN CUENTA

Debido a su necesidad de jugar:

1) Pierde tiempo de trabajo?
2) ¿Está afectando su reputación o su vida familiar?
3) Luego de perder ¿siente que debe volver a jugar lo más pronto posible para recuperar sus pérdidas?
4) Luego de ganar ¿tiene fuerte urgencia por seguir ganando?
5) ¿Frecuentemente apuesta hasta el último peso?
6) ¿Pidió dinero prestado para jugar? ¿Ha vendido algo? ¿Ha robado o piensa en robar?
7) ¿Apuesta más de lo planeado? ¿Siente remordimiento al hacerlo?
8) ¿Juega para escapar de preocupaciones y problemas?
9) ¿Tiene dificultades para dormir?
10) Cada vez que discute o se frustra ¿Siente urgencia por jugar?
11) ¿Piensa que es una manera para saldar deudas?
12) ¿Se dice a sí mismo “no juego nunca más”, pero vuelve a hacerlo?
13) ¿Pasa mucho tiempo pensando en el juego?

La sola presencia de alguna de estas señales no implica necesariamente que una persona tenga problemas con el juego. La adicción sólo puede ser confirmada por un especialista.





2 comentarios:

adriana dijo...

hola mi nombre es adriana tengo 24 años y problemas con el juego lo he perdido todo mis hijos mi familia y estoy a punto de perder a mi marido ya no se que hacer esto es mas fuere que todo estoy enferma y necesito ayuda urgentemente,asta el punto que tube que dejar mi pais. necesito que alguien me ayude por fabor,gracias

annie dijo...

hola soy annie martinez, mi marido tiene problemas con el juego en los casinos,ha perdido todo, carros, empleo y nuestro matrimonio esta en peligro pues ya no veo otra solucion, no se como ayudarlo, no se como enfrentar esta situacion tan grvave. ha perdido mucho dinero, no veo un futuro para los dos si continua jugando.y su futuro es incierto, siento miedo de lo que se va a convertir si no para esta situacion. Estoy pidiendo ayuda porque no se como enfrentar esta situacion, si alguien puede ayudarnos por dios lo agradeceria.